Un nuevo escenario…un nuevo paradigma..!

En la Argentina estamos frente a un nuevo horizonte político y económico que seguramente marcará el comportamiento del mercado y nuestra sociedad.

En las Empresas eso está provocando desorientación porque lo que antes era normal hoy ya no lo es y lo que antes sabíamos hacer bien ahora nos cuesta hacerlo.

Esta circunstancia ha generado un estrés que nos obliga nuevamente a estudiar y aprender como diseñar una estrategia diferente para enfrentar la realidad que debemos transitar…. un cambio de paradigma se está haciendo presente.

Enfrentamos desafíos nuevos y como siempre dependemos del factor humano para gestionarlo, el éxito del pasado no garantiza el éxito del presente y mucho menos del futuro, debemos sumar actores que aporten frescura, innovación y un nuevo enfoque a un negocio que continua en plena reconfiguración.

Estos nuevos intérpretes de hoy tienen demandas que hasta ahora no hemos podido detectar y por ello no logramos dar respuestas efectivas a ese fenómeno.

Hay empresas que les va bien y a otras no tanto, incluso en el mismo rubro se puede visualizar este contraste, entonces que hace la diferencia entre una y otra…?,   personalmente estoy convencido que esa diferencia la esta está marcando la gente que allí trabaja.

Esta nueva fuerza laboral “no desea más, desea mejor”, y eso se entiende por mejores jornadas y relaciones laborales, sobre todo mejor calidad de vida profesional, al fin y al cabo, es en el trabajo donde invertimos la mayor cantidad de nuestro tiempo.

Como conclusión podemos inferir que si anhelamos alcanzar las metas propuestas estamos obligados a formar y capacitar al management y los nuevos RRHH para dar respuestas a estas demandas que el mercado nos plantea.

Efecto Dunning-Kruger: Cuanto menos sabemos, más creemos saber

El efecto Dunning-Kruger es un sesgo cognitivo según el cual individuos con escasa habilidad o conocimientos sufren un sentimiento ilusorio de superioridad considerándose más inteligentes que otras personas mejor preparadas midiendo incorrectamente su habilidad por encima de lo real. 

Este sesgo se explica por una incapacidad metacognitiva del sujeto para reconocer su propia incompetencia. 

Por el contrario, los individuos altamente cualificados tienden a subestimar su competencia relativa, dando por sentado erróneamente que las tareas que son fáciles para ellos también son fáciles para otros.

David Dunning y Justin Kruger de la Universidad de Cornell – EEUU, concluyeron que:

“La sobrevaloración del incompetente nace de la mala interpretación de su propia  capacidad y la infravaloración del competente nace de la mala interpretación de la capacidad de los demás”.

Dunning y Kruger publicaron en 1999 sus conclusiones básicas de dicho estudio. Se resume que para ciertas habilidades o áreas de conocimientos los individuos incompetentes son:

  1. Incapaces de reconocer su propia incompetencia.
  2. Incapaces de reconocer las genuinas habilidades del resto.
  3. Incapaces de reconocer hasta qué extremo son incompetentes en un tema.
  4. Si se les capacita y entrena para mejorar sus habilidades, pueden reconocer y aceptar su falta de habilidades previas.

¿A qué se debe esto?

Por ejemplo, si mi ortografía es mala, el conocimiento necesario para reconocer que mi ortografía es mala  y poder corregirla es justamente saber de ortografía. 

Sólo me entero de mi incapacidad cuando alguien mejor capacitado me lo hace ver explícitamente, poniendo en evidencia el contraste entre mi mala escritura y la ortografía correcta.

 

Relación con la vida comercial de los equipos.

Lo interesante nos indican Dunning y Kruger y quizás algo peligroso, es que quienes son incompetentes, no sólo llegan a conclusiones erróneas tomando decisiones desafortunadas, sino que su propia incompetencia les impide darse cuenta de ello. 

Por lo tanto, muchas veces la culpa de nuestras desgracias no es del resto ni de la mala suerte, sino de nosotros mismos y nuestras decisiones. 

Debemos entonces hacer un sano ejercicio de autoanálisis al momento de fracasar o experimentar dificultades en nuestras actividades o proyectos, ya que todos tenemos un grado de incompetencia porque somos perfectibles y podemos mejorar siempre. Es importante trabajar en el propio orgullo de los equipos de trabajo, de modo que se abran a la posibilidad de explorar y adquirir nuevas formas de hacer bien el trabajo sin cegarse en opiniones propias y juicios de valor sobre otros. 

También en línea con eso, resulta importante no asignar intenciones a quienes nos dan su opinión, sino evaluar lo que nos dicen de la manera más objetiva posible y ver en sus reales méritos lo que nos están diciendo dejando siempre de lado nuestra opinión sobre la persona que lo dice.

Conclusiones: Lo importante es trabajar sobre nosotros mismos cada día y esforzarnos por aprender más para ser mejores,  porque al final, no son más exitosos quienes se duermen en sus propios conocimientos, sino quienes superan la propia desidia y se imponen como objetivo la mejora continua.

Darío Aimetta – Diaxio

Fuente: Wikipedia

* Dunning y Kruger ganaron el Premio Nobel del año 2000 por este descubrimiento.

Gestión No presencial en tiempos de Pandemia

Durante los últimos años, se han hecho tendencia las modalidades de trabajo remoto, las cuales no sólo mejoran la calidad de vida de las personas que han decidido optar por el trabajo desde casa, sino que también aportan a las empresas beneficios tales como, ahorro de costos, fidelización del personal, optimización del tiempo y poder combinar situaciones familiares junto con las laborales. 

Durante el año 2020, el trabajo remoto pasó de ser un lujo de algunos a convertirse en una necesidad para la mayoría debido a la pandemia del Coronavirus.

Las empresas que se vieron condicionadas a implementar estos métodos no tienen muy en claro cómo se trabaja desde casa y sobre todo qué modalidades de trabajo remoto existen, ya que hay varias, y cada una presenta características diferentes que se adaptan a las necesidades de cada empresa y sector, por lo tanto es indispensable conocer las actividades que se van a realizar y las diferentes opciones que existen para trabajar desde casa.

En la nota de hoy, hablamos de dos modelos de trabajo remoto: el home office y el teletrabajo

Si bien nombrarlos pueden parecer lo mismo, tienen grandes diferencias uno del otro, aunque ambos se relacionan con trabajar en un entorno diferente a una oficina principal, cada uno tiene un enfoque distinto y es importante que se comprenda en qué consisten esas diferencias para elegir el modelo que mejor se adapte a tu negocio.

Modalidad de Teletrabajo: Este es un proceso donde el trabajador realiza sus labores fuera de la empresa, ya sea en su domicilio, en un espacio de coworking remoto, o desde cualquier lugar que le permita conectarse con el empleador. 

Esta modalidad se desarrolla respetando los términos de un contrato laboral y el trabajador está bajo la tutela y control del empresario, y es precisamente ese control el que diferencia al teletrabajo de cualquier otro tipo de trabajo remoto, ya que el teletrabajador, tiene que desarrollar sus labores de acuerdo a lo establecido por el empleador, el cual puede adjudicar horarios, tiempos de entrega, reuniones y otro tipo de actividades que se requieran. 

Un teletrabajador tiene los mismos deberes y derechos que un empleado presencial, por tal razón la empresa puede entregar al trabajador las herramientas necesarias para llevar a cabo sus funciones, tales como silla ergonómica, computador y línea telefónica, además el lugar que se destine para esto, debe ser verificado por el empleador, o bien si existe un acuerdo inicial, el empleado puede utilizar sus propios dispositivos y mobiliarios. 

Algunos beneficios del teletrabajo:

  • Conciliación de la vida personal y laboral
  • Menor estrés
  • Mayor flexibilidad horaria
  • Reducción de gastos
  • Mayor productividad
  • Menores costos
  • Retención de talentos
  • Reducción del ausentismo laboral
  • Mejora en el trabajo por objetivos

Modalidad Home Office: En esta modalidad que en español significa oficina en casa, el trabajador pacta con su empleador realizar sus labores desde su casa, pero a diferencia del teletrabajo, el home office no es una modalidad que se encuentre contemplada en el código sustantivo del trabajo, de modo que no obliga al empleador a adecuar un espacio laboral al empleado. 

Esta forma de trabajo tampoco requiere un control de horarios por parte del empleador, sino que el trabajador realiza sus labores bajo sus propios términos, cumpliendo con las fechas límite de entregas previamente acordadas con la empresa fundadas en objetivos establecidos inicialmente. 

El Home office funciona muy bien también para la relación entre emprendedores y sus clientes. 

Algunos beneficios de Home Office:

  • Aumenta la responsabilidad individual
  • Facilita la valoración del trabajo
  • Evita perder tiempos de traslados
  • Incrementa la calidad de vida
  • Ahorra costos de oficina
  • Aprovecha al máximo la tecnología
  • Flexibiliza los horarios de quien lo realiza
  • Incrementar la lealtad de los empleados
  • Reduce bajas y ausentismos 

Como conclusión sabemos que hay actividades que no se pueden llevar adelante con estos sistemas, pero en el caso de ventas y administración de Planes de Ahorro pienso que tanto empresas, empleados y/o emprendedores deberán empezar a tener en cuenta estas posibilidades, hoy por cuestiones sanitarias, pero una vez superado este trance pandémico muchos seguirán apostando a este modelo de trabajo por cuestiones de conveniencia y de optimización en el uso y administración del tiempo.

Dario Aimetta – Diaxio

Fuente: ifp.es – coinc.es