
En la Argentina estamos frente a un nuevo horizonte político y económico que seguramente marcará el comportamiento del mercado y nuestra sociedad.
En las Empresas eso está provocando desorientación porque lo que antes era normal hoy ya no lo es y lo que antes sabíamos hacer bien ahora nos cuesta hacerlo.
Esta circunstancia ha generado un estrés que nos obliga nuevamente a estudiar y aprender como diseñar una estrategia diferente para enfrentar la realidad que debemos transitar…. un cambio de paradigma se está haciendo presente.
Enfrentamos desafíos nuevos y como siempre dependemos del factor humano para gestionarlo, el éxito del pasado no garantiza el éxito del presente y mucho menos del futuro, debemos sumar actores que aporten frescura, innovación y un nuevo enfoque a un negocio que continua en plena reconfiguración.
Estos nuevos intérpretes de hoy tienen demandas que hasta ahora no hemos podido detectar y por ello no logramos dar respuestas efectivas a ese fenómeno.
Hay empresas que les va bien y a otras no tanto, incluso en el mismo rubro se puede visualizar este contraste, entonces que hace la diferencia entre una y otra…?, personalmente estoy convencido que esa diferencia la esta está marcando la gente que allí trabaja.
Esta nueva fuerza laboral “no desea más, desea mejor”, y eso se entiende por mejores jornadas y relaciones laborales, sobre todo mejor calidad de vida profesional, al fin y al cabo, es en el trabajo donde invertimos la mayor cantidad de nuestro tiempo.
Como conclusión podemos inferir que si anhelamos alcanzar las metas propuestas estamos obligados a formar y capacitar al management y los nuevos RRHH para dar respuestas a estas demandas que el mercado nos plantea.